Abarth 124 Spider, el escorpión pica de nuevo

Mucho tiempo ha pasado desde que Abarth presentó aquella mítica preparación del 124 Spyder. Aquel modelo del año 1972 no pasó desapercibido en los rallyes, consiguiendo varios títulos en esos años. La marca del escorpión ha vuelto a sorprender como lo hizo en la década de los 70 con una nueva versión del mismo modelo.

Un cabrio cargado de potencial al alcance de nuestro pie. Un cabrio llamativo (y mucho) para quien lo ve desde fuera. Un coche muy llamativo, en el que está cuidado hasta el último detalle para no perder una pizca de deportividad y agresividad. Un escorpión que trae cargado hasta arriba su aguijón de sensaciones de conducción.

La estética del Abarth 124 Spyder se puede definir con la palabra racing. El coche en su totalidad está destinado a que respiremos y sintamos deportividad por los cuatro costados. La parrilla de diseño de panal de abeja, rematado por pequeños detalles en rojo, como es el lip delantero. Estos detalles sumados a la longitud del morro, coronado por la firma del escorpión y a las líneas que tiene dibujadas en su capó le dotan de una agresividad y una deportividad perfecto.

El lateral es bien sencillo, solo destacan los retrovisores, en el mismo rojo que los detalles del frontal. Llama la atención lo que se encuentra justo detrás de las llantas de 17” (una medida algo extraña para tratarse de un deportivo) y es nada más y nada menos que una frenada Brembo. Por último, la parte trasera del coche mantiene la sencillez ornamental del resto del vehículo eso sí remata por dos dobles salidas de escape que coronan la línea de escape de este peculiar deportivo.

El interior del coche no está falto de detalle. Un volante con un diámetro y un grosor idóneo para que la maniobrabilidad sea exquisita, en el que contamos con numerosos botones para controlar alguna de las funciones de infoentretenimiento y el control de velocidad. El cuadro de mandos mezcla los clásicos relojes de agujas (cuentarrevoluciones en el medio y con el famoso color rojo en medio y a la derecha el velocímetro) y el reloj digital a la izquierda (donde podemos ver el nivel de gasolina y la temperatura del refrigerante).

En la consola central destaca la presencia de un freno de mano de los de toda la vida, de los de verdad, situado a la derecha de la palanca de cambios automática en esta versión. También tenemos una pequeña guantera forrada en alcántara y rematada con el logo de la marca. Por último los asientos, que al igual que el coche tienen un diseño racing en dos colores. Asientos con buen agarre, aunque carecen de banqueta extensible, lo que se echa un poco en falta.

El Abarth 124 Spyder cuenta con un motor de 1.4 litros, turboalimentado, que desarrolla 170 CV de potencia y 250 Nm desde muy bajas revoluciones. A estas especificaciones hay que sumar que el peso del coche es de tan solo 1060 kg. Todo esto hace que aunque no sea una potencia exageradamente alta, el coche se comporte de una forma excelente. Hay que tener en cuenta que con una suspensión Bilstein que ayudará a que el coche se adapte a la perfección en cada curva que trazamos.

La marca italiana lo ha vuelto a conseguir, ha fabricado un coche que consigue atraer las miradas de todas las personas con las que te cruzas, más aún si lo llevas descapotado. No se si será por las líneas de su carrocería, por el sonido de la línea de escape Record Monza, por que se trata de un coche poco visto o por la combinación de todos estos factores pero es un coche que consigue sacar sonrisas a los que van dentro del vehículo y también a los que ven desde fuera. Este Abarth es un automóvil para disfrutar, eso sí sabiendo que la autonomía no es excesivamente grande si vamos haciendo que ruja el escape. El 124 Spyder aunque no cuenta con una potencia muy elevada permitirá poder saborear y disfrutar cada trazo que realicemos con él, sobre todo si se trata de una carretera de montaña, en la que la tracción trasera nos dejará jugar un poco más.

Un coche ligero, rápido y divertido, que hará las delicias de los amantes de la conducción, pero con el que tendremos que hacer viajes ligeros de equipaje. Sin duda un coche idóneo para alguna que otra escapada, solo o acompañado, eso ya queda a vuestra elección.

Abarth 124 Spider, el escorpión pica de nuevo

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