Audi SQ2, la chispa que le faltaba ya ha llegado

El pequeño de los suv de Audi ha recibido un lavado de cara. Y no hablamos solo de estética en la que se han añadido gran cantidad de elementos, también ha recibido grandes mejoras en el apartado mecánico. Para empezar debajo del capó encontramos un motor 2.0 TFSI que desarrolla 300 cv de potencia, que nos permitirán disfrutar de este nuevo Audi SQ2 como nunca antes se había hecho.

La gama S de Audi ha llegado al benjamín de los suv y si ya causó furor hace años cuando se hizo presente en el A3, en este no se queda atrás. Los gustos van cambiando y cada día la gente apuesta más por este tipo de vehículos. Potencia, diversión y maniobrabilidad son las señas que identifican al nuevo Audi SQ2.

Pequeños detalles que marcan la diferencia

Es obvio que en la gama S de la marca de los cuatro aros encontramos ciertas mejoras estéticas que no pasan por alto. En la parte frontal tenemos una parrilla de dimensiones similares a la del Audi Q2, pero si es cierto que es mucho más agresiva y prescinde de los cromados (¡Gracias Audi!) toda en negro brillo lo que además aporta un toque de elegancia. También cuenta con entradas de aire para la refrigeración justo debajo de los grupos ópticos que en la versión normal son solo de decoración.

Si pasamos al lateral, llaman la atención las llantas de 20” que calza y a través de las cuales se observan las grandes pinzas de freno (en color rojo) que llevan serigrafiadas la S que dan nombre a este nuevo coche. Otro detalle diferenciador son las taloneras, que llevan la inscripción Quattro de Audi. Por lo demás el lateral es idéntico al modelo de serie.

Pasamos por último a la trasera del coche que es sin duda la que más llama la atención. Para empezar en la parte superior cuenta con un pequeño alerón que ayuda a perfilar la silueta del coche y le dota de cierta deportividad. Pero sin duda el plato gordo está abajo del todo las dos salidas dobles que presenta el Audi SQ2 consiguen llamar la atención del todo aquel que ve el coche. Presenta también algunos cambios en el difusor pero son mínimos.  Ni los grupos ópticos delanteros ni traseros se han cambiado.

Interior con pocos cambios

Sin lugar a duda, el interior salvo por los asientos no tiene casi cambios. Unos asientos que ahora si cuentan con una línea más deportiva, en doble color rojo y gris oscuro, que combinan a la perfección con los pequeños detalles de color que tiene el coche. Si es cierto que los asientos cuentan con algo más de sujeción lateral que el Q2, pero la banqueta es bastante blanda y no llega a ser del todo cómoda. De la misma manera se echa en falta la ausencia del prolongador. De todas formas hay que admitir que la distancia con respecto al techo (para las personas que somos altas) es buena.

Contamos con un volante de buen diámetro, achatado en el extremo inferior en el que se lee la chapa con la S y que se encuentra forrado por cuero y por cuero perforado en los laterales, que permiten que el agarre en combinación con el grosor del mismo sea casi perfecto. Añadir, que como viene siendo ya costumbre en la mayoría de los coches contamos con gran cantidad de controles al alcance perfecto de nuestro dedo.

Por lo demás, muchos detallitos en rojo, como las costuras, aireadores y luz de ambiente, y pantallas grandes, pero con la ventaja de que el climatizador es de los de antes, de los de rueda, mucho más cómodo y que ayuda a evitar distracciones al tener que toquetear las pantalla.

Mecánica en la línea de la serie S

Al nuevo Audi SQ2 no se le puede recriminar falta de potencia, va muy sobrado, ya que posee un motor 2.0 TFSI de 300 cv. A esto hay que sumarle que posee cinco modos distintos de conducción: effinciency, comfort, auto, dynamic e individual. Esto nos permitirá sacar lo mejor del coche dependiendo de la situación en la que nos encontremos, desde apretar el pedal a fondo y conseguir que nos quedemos pegados al asiento, e incluso hacer consumos bastante reducidos para un vehículo de estas características.

En cuanto a tracción poco se puede añadir, Quattro de Audi va muy bien, la fuerza se reparte a la perfección entre las cuatro ruedas. Si se le añade una suspensión con unos muelles algo más duros y que rebajan la altura del coche en dos centímetros, se llega a la conclusión de que es una auténtica máquina, que sabe como comportarse en trazados de curvas, transmitiendo eso si alguna de las imperfecciones al interior.

Con un precio de 54.750€, el Audi SQ2 es un coche que aun teniendo un motor de deportivo no llega a transmitir al completo esas sensaciones, pero que aun así es divertido de conducir. Es rápido y es ágil, eso no lo vamos a negar y en curvas tiene un reparto de pesos y un comportamiento que ya querrían muchos coches.

Audi SQ2, la chispa que le faltaba ya ha llegado

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