Un año más, justo antes del verano, desde RiveKids nos explican lo peligroso que puede ser para una anciano, niño o mascota estar dentro de un coche al sol. RiveKids ha realizado un estudio en el que verifica las temperaturas que alcanza el interior de un coche al sol en distintas circunstancias, representando cuatro casos concretos y con la ayuda de SEAPC también conoceremos las consecuencias de dejar a un niño en el coche al sol.
Caso 1: Familiar que no suele llevar al niño en el coche
Si habitualmente uno de los dos miembros de la pareja lleva al niño o al bebé a la guardería, el día que el otro miembro tenga que llevarlo puede suceder que se despiste.
Si en el trayecto se olvida que el niño está detrás dormido en su sistema de retención infantil, bien porque entra una llamada inesperada o porque la rutina de todos los días nos despista, se puede dar el caso que aparquemos el coche en el trabajo a las 8:00 de la mañana y no regresemos hasta las tres de la tarde.
Esto le puede pasar a cualquiera y más si no tienes que abrir para nada la puerta trasera cuando llegas al trabajo, por ejemplo.
Caso 2: Familiar que suele llevar al niño en el coche pero que cambia su rutina
Recuerda ese día que en vez de llevar al niño al colegio o guardería a las 9:00 tiene análisis de sangre o consulta médica y el inicio de la mañana es totalmente diferente a lo habitual. Ese día puede no recordar que tiene al niño detrás, en la silla de coche a contramarcha, dormido como un cesto, cuando sale del coche después de dejarlo aparcado a las 10:00 de la mañana.
Caso3: Recogemos al bebé de la guardería pero…
A eso de las 14:15 recogemos al bebé de la guardería, acaba de comer y se queda dormido en su sistema de retención infantil al instante. De camino a casa, por la circunvalación, una llamada te hace regresar a la oficina a resolver un imprevisto muy urgente. Vas, aparcas en la puerta porque van a ser quince minutos y esos quince minutos se convierten en una hora, hora y media o dos horas.
Caso 4: Sueños de un Koala
Una familia que deja al niño en la silla de coche solo porque es un momento y vamos ahí al lado. Mejor invitamos a que leáis el relato que José María Arévalo La Calle, Presidente de la Sociedad Española de Atención al Paciente Crítico (SEAPC) ha escrito para los padres.
Despedimos el artículo con la explicación que nos ofrece la Sociedad Española de Atención al Paciente Crítico (SEAPC) después de analizar los datos del estudio de RiveKids sobre la temperatura interior de un coche al sol.
“La hipertermia mayor de 40 grados de origen ambiental provoca afectación progresiva de muchos órganos: muscular, cardiovascular, renal, pulmonar, neurológico… llevando a la muerte del niño, ya que, temperaturas por encima de 42 grados, conllevan la muerte celular”.
“Los niños pequeños, por su inmadurez, son muy sensibles a temperaturas elevadas porque aún no tienen bien desarrollada la termorregulación”.
Dejar un niño, una persona mayor o una mascota en el interior de un coche al sol, incluso con temperaturas exteriores no demasiado altas, es dejarlo en un horno con posibles consecuencias fatales para su vida.
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