En este momento se trata de la variante más potente de la familia Focus. Y es que esta versión ST, de momento, no tiene un RS por encima que achique sus virtudes. Y eso se nota incluso en el plano estético. Una imagen que si bien se puede calificar de deportiva, también podemos decir que lo es sin estridencias ni exageraciones.
Luce poderoso gracias a sus llantas de diecinueve pulgadas con unas pinzas de freno de espectacular factura y rematadas en color rojo. Además su carrocería está llena de líneas dinámicas y de ángulos que no hacen nada más que sacar su personalidad de compacto prestacional. Por delante nos encanta su pequeña, para lo que manda ahora el mercado, parrilla rectangular acabada en negro y con formato de panal de abeja. Una parrilla que incorpora el anagrama ST en un muy deportivo color rojo.
En su interior pasa algo parecido a lo que hemos contado para su parte exterior. Es deportivo pero no estridente. Los asientos recogen el cuerpo de manera espectacular incluso circulando deprisa. Están firmados por Recaro e incorporan el logo del modelo. El resto de su interior difiere muy poco de lo que es cualquier Focus de última generación con todo muy a mano y con una pantalla sobre el salpicadero algo pequeña y de gráficos anticuados. El volante tiene un tacto exquisito y un buen grosor e incorpora el botón mágico de los modos de conducción con acceso directo al modo Sport.
Su suspensión es firme incluso si llevas seleccionado el modo de conducción más civilizado. Por eso a sus mandos te das cuenta del tipo de coche en el que estás subido desde que recorrres los primeros metros a sus mandos. Algo que si bien no será del agrado de los conductores más conservadores sacará la sonrisa de los más racing. Una firmeza de suspensión que hace que empieces a rodar a ritmos importantes en carreteras reviradas sin apenas darte cuenta. Todo ello aderezado con un chasis con unos reglajes perfectos para circular deprisa y con un paso por curva al que te costará vislumbrar el límite.
Pero la guinda del pastel, incluso por encima de la increíble potencia de su Ecoboost, la pone su diferencial electrónico delantero. Una ayuda para meter el morro de este tracción delantera en las curvas más que elogiable. Ayuda que se nota en el volante en los giros más cerrados y que nos permite abrir gas antes de tiempo y ver como nuestro Focus ST se ciñe al interior de la carretera y sale como un cohete en busca de la siguiente curva.
La parte mecánica está encomendada al poderoso bloque Ecoboost de 2,3 litros con tecnología turbo y 280 caballos de potencia. Un motor que empuja desde abajo con energía y que te puede hacer caer en la tentación a circular a ritmos peligrosos. Potencia que se trasmite a las ruedas delanteras en este compacto de la firma del óvalo.
Desde su volante podemos acceder a sus modos de conducción. Uno dirigido a circular sobre firme con poco grip, un modo Normal, un modo S deportivo y el más agresivo Track que llega incluso a desconectar los controles. Con ellos notamos una clara diferencia en el comportamiento de la suspensión, la respuesta del motor al gas o el tacto de la dirección. Además nuestros oídos percibirán el cambio en el sonido de escape. Un rugido que se va incrementando conforme ingresamos en los modos más extremos. Y todo esto lo decimos después de disfrutar de esta unidad del Focus ST en los tramos del recién recuperado Rallye de León. Una prueba que puso a nuestra disposición unos tramos revirados, sucios, mojados y técnicos donde tener confianza en el coche era básico.
Para aquellos que, además de disfrutar de un coche deportivo y compacto, tengan que llevar en él a niños en sillas de coche dejamos al final de la galería fotografías de la segunda fila de asientos con sillas de coche con anclaje isofix. Mostramos fotos instalando las sillas con el adaptador para sillas de coche RiveMove de RiveKids que es capaz de recuperar la quinta plaza del coche para un adulto o una tercera silla de seguridad. También dejamos fotos sin la instalación de RiveMove para ver la diferencia y cómo al instalar dos sillas de coche con isofix sin RiveMove el Ford Focus ST de 280 caballos pierde una plaza como le pasa al 92% de los coches del mercado.
Si además quieres escuchar un pequeño análisis del Ford Focus ST de 280 caballos en nuestro Tertulión de los viernes solo tienes que pinchar aquí.