Nos hemos puesto a los mandos del acabado más deportivo del pequeño urbano de Skoda, el Fabia. Porque no olvidemos que esta generación del compacto checo carece de versión RS. Se trata de la variante denominada Montecarlo. Un apellido que en sí mismo ya es una declaración de intenciones de lo que ofrece este deportivo de menos de cuatro metros.
Y es que hay que tener las cosas muy claras y argumentos de peso para utilizar la nomenclatura Montecarlo. Un nombre que nos evoca al rallye más conocido y mítico del mundial. Por todo ello aquel que se acerque a un concesionario de la firma checa a ver a este pequeño deportivo va a exigir un producto a la altura de su apellido.
Lo primero que nos llama la atención es su estética. En Skoda se han puesto manos a la obra para vestir al discreto Fabia con un traje absolutamente deportivo. Desde la carrocería que puede ser bicolor, la de nuestra unidad de pruebas disponía de un acabado en gris muy llamativo, hasta un equipo rodante muy radical con llantas de 17 pulgadas (opcionales por unos 350 euros). De atrevidos se pueden calificar también los detalles exteriores en color negro piano como el difusor trasero, las carcasas de los retrovisores o la parte baja del paragolpes delantero.
Aunque no debemos olvidar que su interior tampoco se queda a la zaga. Y lo decimos porque incorpora unos asientos que tratan de imitar a unos baquets de competición más atractivos que prácticos pues su sujeción lateral podría ser mejor. Eso sí, la tela que los recubre combina hasta cuatro colores siendo los detalles en rojo los que se llevan la atención de los ocupantes.
Su habitáculo en muy luminoso gracias a un enorme techo panorámico que no es practicable. Pero la deportividad sigue siendo la premisa principal de su interior potenciada por un pequeño volante achatado en su zona inferior o el acabado en aluminio de su pedalier. Nos gustó mucho también el material símil carbono de la moldura que recorre el salpicadero de lado a lado. Un conjunto de elementos que hacen del Fabia Montecarlo un producto deportivo, juvenil y bien acabado.
A nivel de equipamiento incorpora todo lo que te esperas de un coche de su segmento. Lo más llamativo es su generosa pantalla táctil integrada en el salpicadero. Desde ella podremos gestionar su útil navegador o conectar nuestro teléfono ya sea a través del Apple Car Play o de Android Auto. Por otra parte que nadie piense que un Fabia Montecarlo no equipa climatizador, antinieblas, elevalunas o espejos plegables eléctricamente.
Las ayudas a la conducción están presentes en forma de un sistema de velocidad de crucero con regulador dinámico de velocidad. Un tecnología que nos hará mucho más cómodos los viajes por carreteras tipo autovía o autopista. También incorpora un sistema de reconocimiento de señales de tráfico.
Por otra parte la versión Montecarlo puede equipar hasta tres diferentes motorizaciones. Dos gasolina 1.2 TSI de 90 o 110 caballos y una variante diesel 1.4 TDI de 105. Nuestra unidad de pruebas disponía del motor gasolina más potente aderezado por una magnífica caja de cambios automática DSG de siete relaciones.
Debemos destacar que los 110 caballos son más que suficientes para el día a día gracias a su baja sonoridad y a la suavidad que le otorga el cambio automático más famoso del mercado. Un conjunto que usado a velocidades legales te puede dejar el consumo real en el entorno de los 6 litros cada 100 kilómetros. Además, los múltiples reglajes de su asiento, del volante y hasta del cinturón de seguridad hace que sea muy sencillo sentirte cómodo a sus mandos.
Pero ¿no se llamaba Montecarlo? Efectivamente, y cuando apretamos el chasis del pequeño Fabia nos damos cuenta que estamos ante un coche ágil, con un empuje suficiente (sin pedirle maravillas pues hace el 0 a 100 en algo menos de 10 segundos) y, si encontramos el tramo de curvas adecuado, muy divertido. Quizás podríamos pedirle que la dureza de los muelles fuese algo más firme para acompañar mejor la rigidez que si ofrecen sus amortiguadores deportivos (opcional por unos 130€). Bueno y como pedir resulta gratis un equipo de levas en su volante para dotar de mayor comodidad a su conducción en los tramos más virados.
Sin duda estamos ante una opción más que aceptable para el público más juvenil y que persiga una imagen deportiva y de calidad pero sin renunciar a un coche cómodo y práctico. Todo ello por un precio que puede rondar los 15.000 euros en función del equipamiento que queramos incluir en nuestro Fabia Montecarlo.