Skoda ha tardado en entrar de lleno en el segmento SUV. Le ha pasado como su hermana, SEAT, aunque incluso esta ha presentado el Ateca antes que nuestro protagonista de hoy, el Karoq, pese a que ambos son, en la práctica, el mismo coche.
Se trata del segundo todocamino de la marca checa, pues llega después de su hermano mayor, el Skoda Kodiaq. Aunque seguramente, el Karoq, por precio, perfil del comprador y tamaño sea la apuesta importante del fabricante para liderar las ventas en este segmento del mercado.

Realmente el Karoq está dirigido a convencer a todos aquellos que tenga claro que lo que buscan es un SUV. Y me explico. En su concepto no hay ninguna licencia que se aparte de la idea de producir un automóvil alto, con ciertas dotes para salir de asfalto, con buen tamaño interior, un maletero generoso y un diseño pensado para gustar a todo el mundo.
Y en todo esto tiene un peso importante su imagen. Y lo hace desde la sobriedad. Con un frontal poderoso que nos trata de convencer que estamos ante un automóvil resistente pero sencillo. Un todocamino de líneas puras y suaves que destaca por su necesidad por pasar desapercibido.

En la unidad que veis en las fotos la parte mecánica está ocupada por un motor TDI de dos litros y cuatro cilindros. Un propulsor que rinde 150 caballos. Un motor que es algo ruidoso pero que no filtra excesivas vibraciones al habitáculo. Su empuje es firme aunque, como supondrás, no te va a pegar al asiento. No olvidemos que tiene que bregar con su tipo de tracción, cuatro por cuatro.
Aunque también se pude configurar el Karoq como un tracción delantera la verdad es que, pese a un pequeño incremento en el consumo merece la pena la variante con tracción total. Esta, junto con su altura libre al suelo hace que podamos salir de asfalto con bastantes garantías.
Pero sigamos hablando de su motor. Donde más brilla es a bajas y medias revoluciones quedándose en la parte alta del cuentavueltas más descafeinado. Aunque también me gustaría añadir que esta mecánica me parece muy equilibrada para este SUV de tamaño medio y de algo más de 1.300 kilos de peso.

Lo que resulta una delicia de manejo es su transmisión. No en vano es una de las más elogiadas del mercado. Se trata de la conocida caja de cambios automática DSG de siete marchas del grupo VAG. Además, en el modelo de las fotos, disponía de levas tras el volante para hacer aun más fácil su manejo. Quizás me habría gustado que, esas levas, fueran algo más grandes pues cuando giras demasiado el volante cuesta encontrarlas.
Una de las mayores ventajas del Karoq de Skoda es su espacio interior. Ahí te das cuenta de lo bien aprovechados que están sus 4,38 metros de longitud. De hecho en su interior se acomodan fácilmente hasta cuatro adultos. Es más, el espacio superior destinado a la cabeza de los ocupantes es de los más grandes de su segmento. Con todo ello también es fácil prever lo que te vas a encontrar cuando abres el portón trasero. Un maletero excepcional con sus 521 litros de capacidad.

Cuenta además con un interesante sistema denominado Varioflex, que cuesta 320 euros, que incluye tres asientos traseros independientes que pueden regularse longitudinalmente y en inclinación. Asimismo cada uno de los mismos podrán ser desencajados y sacados del vehículo. De esta manera la habitabilidad trasera la podremos manejar a nuestro antojo.
Su habitáculo es de gran calidad. Me atrevería incluso a decir que mayor que la de un Ateca aunque un poco por debajo que la de un Tiguan. Aunque este último es bastante más caro que nuestro protagonista. Y es que dentro te encuentras rodeado por plásticos blandos y de apariencia robusta. Con el añadido de que en las versiones más lujosas el cuero y las superficies negro piano ganan terreno y te ofrecen un espacio totalmente premium.

Viendo su diseño interior te das cuenta de su origen alemán por la tremenda sobriedad del conjunto que busca, en su disposición, la ergonomía y el orden antes de soluciones demasiado modernas o estridentes. La colocación de todos los elementos es muy horizontal y en un breve tiempo de manejo te acostumbras a su uso.
Destaca, en este conjunto homogéneo, la pantalla táctil que se integra en el salpicadero y que tiene unas dimensiones considerables, nueve pulgadas. Desde ella podremos manejar todas las funciones de infoentretenimiento y conectividad. Quizás se echa de menos una ruleta para bajar el volumen de la radio de una manera más rápida y cómoda que con los dos botones táctiles que incorpora.

Tecnológicamente podemos equiparlo con todas las ayudas a la conducción que nuestra prudencia nos aconseje. Elementos como el asistente al aparcamiento, el programador de velocidad activo, la detección de vehículos en el ángulo muerto, el avisador por cambio involuntario de carril o el reconocimiento de señales de tráfico podrán ser nuestros compañeros de viaje.
La versión que tenéis en pantalla tiene un precio, ya con las ayudas de la marca incluidas, de unos 40.000 euros. Pero hemos de saber que estamos ante un modelo tope de gama. Puesto que la marca anuncia un precio de partida de 18.900 euros para una variante de gasolina de un litro y 115 caballos con caja de cambios manual y tracción delantera.
