Siempre que me bajo de un Subaru me viene a la cabeza la misma idea. Un planteamiento que simplificándolo mucho se podría resumir en la siguiente mfrase: “Qué bien va este coche y que poco lo vamos a ver por nuestras carreteras”. Porque estaréis de acuerdo conmigo que la marca japonesa continúa siendo una gran desconocida en esta nuestra piel de toro. El fabricante japonés siempre ha contado con un producto de primera línea, seguramente poco lejos del segmento premium. Aunque siempre la hemos tenido referenciada entre las marcas generalistas como Renault u Opel y las más valoradas como Audi o BMW.
El modelo que vamos a desgranar hoy es el nuevo Subaru Impreza. Un coche que queda lejos de su homónimo de rallyes -referente en la retina de muchos aficionados- pues tiene un planteamiento mucho más burgués y práctico que el anterior modelo.
Comparte multitud de elementos con su hermano el XV. Componentes estructurales, mecánicos e incluso de su interior que ayudarán a la marca nipona a contener los costes y a mejorar los procesos de producción.
Se trata de un modelo icónico para la marca pues el Impreza lleva en el catálogo de Subaru desde hace 25 años. Y es que con esta variante tenemos ante nosotros la quinta generación de este, ahora, compacto.
Como hemos dicho más arriba comparte muchas cosas con su hermano el XV, entre ellas la plataforma sobre la que está construido. Eso sí, el Impreza es mucho más bajo. Su longitud es 4,46 metros y nos ofrece un maletero de 385 litros.
MOTOR
Sólo habrá una configuración mecánica, que además es una de las características más llamativas del coche pues apuesta por una opción poco vista en estos tiempos en el resto de fabricantes del mercado. Y lo digo porque se trata de un propulsor atmosférico con disposición boxer en sus cuatro cilindros de apenas 1,6 litros de cilindrada.
Un motor que rinde 114 caballos -con una entrega de par de 150 Nm- y que no brilla especialmente por su capacidad de aceleración. Eso sí, es una mecánica suave y agradable de utilizar pero a la que no se le pueden pedir mejores cifras que los 11,8 segundos en el cero a cien o una velocidad punta de 180 km/h.
Además estará siempre asociada a una caja de cambios -denominada Lineartronic- que en trayectos urbanos nos proporcionará una conducción sin tirones y especialmente fina. Deciros que es una caja de cambios de variador continuo que, como ya os hemos comentado algunas veces, proporciona algo de rumorosidad cuando le pedimos potencia y que a algunos conductores no les satisface en exceso el hecho de tener un ruido no acorde con el nivel de aceleración. Dispones, eso sí, de seis marchas simuladas para tratar de ofrecernos una conducción algo más dinámica.
En cuanto a los consumos no es un coche gastón pero tampoco se comparta como un mechero. En carretera puedes conseguir bajar, aunque no demasiado, de los seis litros pero en cuanto tenemos muchas zonas de parar y arrancar la aguja se sube rápidamente por encima de los ocho litros.
COMPORTAMIENTO DINÁMICO
Dispone de una suspensión muy equilibrada que nos mantiene firmemente sobre la carretera pero que no castiga a los ocupantes con golpes secos y desagradables. Además trabaja muy bien las inercias laterales por lo que no tiene excesivos balanceos. Pese a todo ello su comportamiento no es demasiado deportivo debido a un motor poco potente. Sin duda se trata de un chasis capaz de soportar muchos más caballos.
Otro de sus particularidades es la de disponer de un sistema de tracción total permanente. Una ventaja en cuanto a seguridad y capacidad de agarre pero un problema si tenemos tan sólo 114 caballos tratando de mover ambos ejes. A todo ello ayuda también la mayor rigidez de su chasis que provoca una mejora en su capacidad torsional de más del setenta por ciento con respecto al modelo al que sustituye.
Pero el salto cualitativo del modelo ha venido de la mano de su equipamiento en seguridad. Sobre todo destaca por el denominado EyeSight que se trata de una serie de ayudas a la conducción integradas por el control de crucero adaptativo, el sistema de alerta por cambio involuntario de carril o el asistente de frenada de emergencia.
Aunque aquí no acaba todo. Además el Impreza también dispone de sistema de control de ángulo muerto, asistente de luces automáticas con faros adaptativos o una práctia cámara trasera que nos ayudará a aparcar con comodidad y rapidez. A todo ello hay que sumar el control electrónico de estabilidad, el control de tracción o el reparto selectivo del par para ayudar al coche a entrar en las curvas regulando la potencia que llega a cada rueda.
INTERIOR
Dispone de un interior muy sobrio y sencillo. Aunque todo rematado con materiales de calidad y con unos ajustes a los que es difícil ponerle pegas. Quizás lo que más tenemos que señalizar es que algunos mandos no son demasiado intuitivos y requieren de un proceso de aprendizaje para utilizarlos sin apartar la vista de la carretera.
Su habitáculo es amplio y suficiente para cuatro adultos. Incluso en la parte trasera las tallas más grandes podrán entrar y permanecer sin problema para acomodar su cabeza. A esto contribuye su semejanza con el XV aunque en el Impreza la altura de la carrocería es 9 centímetros menor.
Nada más subirnos al habitáculo del Impreza descubrimos que dispone de tres pantallas: la del ordenador de a bordo entre los relojes del cuadro de instrumentos, otro de algo más de seis pulgadas en la zona alta de la consola central y una más grande -puede llegar incluso a las ocho pulgadas- que es la principal y que dependerá del acabado escogido.
PRECIO
Podemos encontrar un Impreza con esta configuración mecánica desde los 21.800 euros pero si queremos equiparlo con todo lo que lleva la unidad de la fotos debemos llegar hasta casi los 25.000 euros. Sin duda se trata de un automóvil que nos ofrecerá calidad, seguridad, un buen rendimiento y gran practicidad. Si no lo conocías estás de enhorabuena.