El nuevo Audi Q5 Sportback ofrece diseño, deportividad y mecánicas híbridas enchufables.
Toma de contacto Audi Q5 Sportback. Las cifras cantan y las marcas las escuchan. El segmento de los SUV en Europa (más del 50% del mercado), y en este caso Spain is not different, no para de crecer. Y de su mano van las variantes coupé de estos con un carácter más juvenil y deportivo. En Audi lo saben y no dejan de potenciarlo.
Por poner sólo algún ejemplo uno de sus últimos lanzamientos así lo atestiguan, el eléctrico e-tron Sportback (aquí su prueba), y uno de sus inminentes modelos también, el Q4 e-tron Sportback. Pero en este coche se juntan la estética coupé y el tremendo éxito del modelo Q5 que ha vendido ya nada menos que 55.000 unidades en su historia en nuestro país.
Pero debemos alejarnos de la idea de que las versiones CUV, denominación utilizada para los SUV coupé, son simplemente la variante standard con una más o menos prominente caída de su pilar C. Algo que queda bien claro en este Audi Q5 Sportback que ofrece mucho más que un Q5 original.
Sin que los clientes aun hayan podido ver el coche el 43% de las ventas de Q5 son del Sportback
No en vano en nuestro protagonista de hoy podemos encontrar paragolpes completamente rediseñados, nuevas entradas de aire, parrilla singleframe específica, nuevo difusor trasero con un spoiler superior más largo y, especialmente, faros LED de serie en toda la gama pudiendo ser OLED de manera opcional y pudiendo elegir entre tres firmas lumínicas.
Hasta aquí todas las piezas encajan pero tenemos que tener en cuenta que cuando una marca hace un trabajo fuerte de diseño muchas otras áreas quedan desprotegidas. Con esto quiero decir que el espacio interior se puede ver mermado. Nada más lejos de la realidad en el Q5 Sportback.
Las plazas traseras cumplen sin problema para alturas incluso superiores al metro ochenta. Con la ventaja de poder configurarlas de manera opcional con banqueta trasera longitudinal con un desplazamiento de 12 centímetros. Por otra parte el maletero tiene 510 litros apenas diez menos que el Q5.
El Audi Q5 Sportback mide 4,68 metros, 7 mm más que el Q5 debido a sus paragolpes
Y es que por fuera el coche apenas ha crecido 7 milímetros con respecto al Q5 para situarse en 4,68 metros de longitud. El ancho, 2,1 metros es igual, y de alto a perdido 2 milímetros para quedarse en 1,6 metros. Dimensiones muy similares a las de su hermano como decimos que sólo se ven alteradas por el rediseño de los paragolpes que apuntábamos antes. También puede presumir de un excelente Cx de 0,30.
Cerrando ya con el plano estético tenemos que apuntar que su paleta de colores ofrece hasta doce tonalidades diferentes. Mientras que a la hora de configurar nuestro Q5 Sportback tendremos tres acabados, se suprime en más básico que si tiene el Q5 convencional. Estas variantes son Advanced, S Line (2.500 € más que Advanced) y Black Line (3.100 € más que S Line) por este orden de precio y equipamiento de menor a mayor.
Su interior rezuma calidad por los cuatro costados. Lo primero que nos llama la atención es su configuración de doble pantalla. La del Audi Virtual Cockpit de 12,3 pulgadas y completamente configurable y la que descansa sobre la consola central y que integra el MMI Navegación con 10,1 pulgadas y de manejo táctil.
En conectividad el Audi Q5 Sportback está muy bien armado. Algo básico en estos tiempos por otra parte. Su tecnología se apoya en el más avanzado software de la marca hasta este momento denominado MIB3. Por supuesto podremos configurar nuestros móviles para verlos replicados en la pantalla del coche tanto desde Android Auto como desde Apple Car Play. El coche responde de manera eficaz a los comandos por voz utilizando la llamada Hey Audi y ofrece también compatibilidad con Amazon Alexa.
Las estrellas de la presentación fueron las dos mecánicas híbridas enchufables
En cuanto a las motorizaciones en nuestro país podremos optar por una versión de acceso diésel de 163 caballos y tracción delantera denominada 35 TDI. Con este mismo combustible se nos ofrece el acabado 40 TDI de 204 caballos y tracción Quattro. Si hablamos de gasolina nos tendremos que decantar por el 45 TFSI de 265 caballos y tracción Quattro.
Lo que es común a todos ellos es la etiqueta ECO de la DGT. Algo que consiguen gracias a la tecnología mild hybrid de 12 voltios que incorporan. De la misma manera todos ellos están equipados con la caja de cambios automática de doble embrague S Tronic de siete marchas.
Pero si lo que necesitas es un vehículo con etiqueta CERO para circular por núcleos urbanos con posibles restricciones, el Audi Q5 Sportback también tiene la solución. Y es que su gama ofrece dos mecánicas híbridas enchufables con el bloque 2.0 TFSI. La denominada 50 TFSIe con 229 caballos y la llamada 55 TFSIe, con 367. Las dos comparten una batería de 17,9 kWh de capacidad y tienen una autonomía homologada WLTP de 62 kilómetros.
La variante más deportivo es la SQ5 TDI con 341 caballos y 700 Nm de par
Por encima del bien y del mal está el todopoderos Audi SQ5 que nos da buena muestra de lo que puede ser este CUV en términos de eficacia en carretera y deportividad. El SQ5 esconde debajo de su capó un motor diésel, sí diésel, 3.0 V6 con tecnología TDI y nada menos que 341 caballos de potencia y 700 brutales Nm de par. Monta tracción Quattro pero su transmisión automática es la Tiptronic de 8 relaciones. También tiene etiqueta ECO gracias a una red eléctrica de 48 voltios.
Cerramos hablando de precios. La gama del Audi Q5 Sportback arranca en los 55.810 euros, de la versión de acceso diésel 35 TDI, y se cierra por arriba en los 83.330, del SQ5 TDI. En lo que hace referencia a las tan de moda mecánicas híbridas enchufables el 45 TFSIe tiene un precio base de 66.810 euros y te tienes que ir ya a los 73.210 para el 55 TFSIe.
