El ABS es un sistema integrado en el circuito de frenos del vehículo que tiene la misión de evitar el bloqueo de las ruedas en frenadas de emergencia. Evitando el bloqueo de ruedas se reduce la distancia de frenado. Esta tecnología evita que las ruedas arrastren bloqueadas por el asfalto y gracias a un sistema que reduce la presión del circuito de frenos hace que el arrastre de dicho neumático no sea superior al 15 %.
El nombre ABS viene de las iniciales en inglés Anti-lock Braking System, en castellano: Sistema Antibloqueo de Frenos.
El ABS es, en parte, el culpable de la integración en el automóvil de muchos otros ADAS, ya que para poder determinar cuándo tiene que funcionar requiere de detectores de velocidad en cada rueda. Estos detectores de velocidad y su unidad de control han sido y son la base de la integración de otros sistemas de ayuda a la conducción. Actualmente lo normal son 4 canales y cuatro detectores, uno por rueda, existiendo también 4 detectores en 3 canales o 3 detectores con tres canales. Esos detectores dan información a una unidad electrónica, hoy en día un coche es electrónica, y a su vez esta unidad electrónica acciona unas electroválvulas que en tres fases evitan el bloqueo de la rueda.
¿Cómo funciona el ABS?
- Fase 1 del ABS, la electroválvula está en reposo y la frenada es totalmente normal, depende de la presión que el conductor ejerce al pedal de freno.
- Fase 2 del ABS, la electroválvula mantiene la presión de frenado.
- Fase 3 del ABS, la electroválvula saca parte del líquido de frenos y reduce la presión e intensidad de la frenada para evitar el bloqueo de la rueda.
Esta sucesión de tres fases se puede repetir entre 4 y 12 veces por segundo. La unidad electrónica de control regula estas fases como sea necesario hasta la detención total del vehículo o la recuperación normal de la circulación.
Todo conductor con algo de experiencia ha notado la vibración del pedal de freno cuando el ABS se ha activado. El ABS nos ayuda a no derrapar y, por lo tanto, a mantener la trayectoria del vehículo.
Mantenimiento del ABS
Tu coche ya tiene ABS, solo funcionará bien si las ruedas están en buen estado, si la presión es la correcta y si el circuito de frenos está en perfectas condiciones (pastillas, discos, líquido).
Si se enciende el piloto de ABS en el cuadro de mandos tu circuito de frenos seguirá funcionando bien, pero sin el sistema antibloqueo de frenada, por lo que no esperes a la ITV y lleva el coche al taller para reparar este sistema que te puede salvar la vida, eso sí, si antes eres tú el que pisa el freno.
Origen del ABS
¿Sabías que el ABS nació en la aeronáutica? Lo patentó Bosh allá por 1936 y, sin embargo, no se desarrolló de forma plena hasta los años 70 con la evolución de la electrónica. A que te sorprende que una tecnología tarde muchas décadas en “triunfar”, en RiveKids no nos sorprende, en automoción todas las tecnologías tienen periodos de maduración de varias décadas y el ABS, que hoy es una commodity, no es menos.
El ABS, su origen, es más antiguo incluso que el propio cinturón de seguridad, el cual también viene de la aeronáutica. El uso del ABS se ha extendido tanto que desde 2004 es obligatorio en los vehículos que se comercializan en la UE y a nivel global lo montan más del 75 % de los coches que se fabrican en el mundo.
El ABS, ya en su segunda generación, se ofreció como un extra opcional en el Mercedes Benz Clase S de la época (1978) y a continuación en el BMW Serie 7. Las tecnologías de seguridad pasiva en automoción siempre se introducen como extras en coches de alta gama y un par de décadas después llega a los coches de serie de gamas inferiores.
En España no es muy frecuente y depende mucho de las zonas pero, en ocasiones, hay que desconectarlo como por ejemplo si no hay casi adherencia (hielo). Eso sí, si no hay casi adherencia lo mejor es no coger el coche.